La captura de carbono consiste en recuperar el CO2 emitido durante los procesos industriales. La captura de carbono se practica desde hace varias décadas en la industria, en particular para suministrar carbono a las industrias que lo requieren (p. ej., la agroalimentaria para la producción de refrescos, invernaderos) o para la recuperación mejorada de petróleo. Existen varios procesos de captura, dependiendo de la naturaleza de los humos a tratar (composición, temperatura y presión). Estos procesos se dividen en tres categorías principales: poscombustión, precombustión y oxicombustión.
La captura de precombustión consiste en capturar el CO2 antes de que se queme el combustible. Para ello, el combustible se gasifica para producir gas de síntesis, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono (CO). En presencia de vapor de agua, el CO reacciona con el agua (H2O) para producir hidrógeno y CO2. Este último, concentrado, se separa entonces con un disolvente.
La captura de carbono tiene lugar después de la combustión lavando los humos con un disolvente.
La oxicombustión consiste en producir un humo concentrado en CO2 efectuando la combustión en presencia de oxígeno puro en lugar de aire. La alta concentración de CO2 facilita a continuación la separación de CO2 del vapor de agua con el que se mezcla.
Diseñamos, desarrollamos, financiamos, construimos y operamos plantas de producción de moléculas bajas en carbono en Francia y la península Ibérica.
